Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, queremos explorar lo que ha supuesto y supone la mujer para la economía y arrojar un poco más de luz sobre las características del liderazgo femenino y su aplicación práctica en las empresas.

La mujer como motor económico en todas sus facetas

La incorporación masiva de la mujer al mercado laboral ha evidenciado que la sociedad se desmoronaría sin mujeres trabajadoras. Es revelador que más del 90 % de los profesionales de sectores y actividades esenciales, como la enfermería, la atención a la dependencia, la educación o la hostelería sean mujeres (más detalles en este gráfico).

Pero el valor de las mujeres para la economía no solo se queda en su productividad laboral. Esa es solo una cara de la moneda. ¿La otra? El trabajo no remunerado que en muchos casos siguen realizando para sacar adelante sus hogares y a sus familias, a veces lamentablemente, sin ayuda de nadie. Algunas fuentes calculan el valor económico mensual de las diversas labores del hogar (cocina, limpieza y atención a dependientes) en unos 2.500 euros mensuales para una familia de cuatro miembros.

Mujer en Tridiom

Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas cuantificó en 2007 el trabajo doméstico no remunerado en 424.140 millones de euros. Aunque el estudio es antiguo y la cifra actual sería incluso más elevada, el dato es una buena muestra del valor ingente de este trabajo si tenemos en cuenta que el PIB de España ascendió a 1,2 billones de euros en 2021.

Mucho se ha escrito sobre la mujer trabajadora y el trabajo doméstico no retribuido en diversos ámbitos y medios. No obstante, este artículo pretende profundizar un poco más en las ventajas que aporta la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad para las empresas.

La mujer como líder: características y consecuencias prácticas

Diversas autoras describen el liderazgo femenino con estas características:

  • Orientación a las personas: las líderes son sociables, expresivas y cercanas, por lo que es más fácil que logren que los trabajadores a su cargo se sientan motivados y comprometidos con la empresa;
  • Tendencia a la cooperación: integran el trabajo en equipo de forma natural y velan por el buen funcionamiento de los procesos corporativos;
  • Capacidad de “hacer varias cosas a la vez”: todos hemos oído hablar del famoso “multi-tasking”, pero es precisamente esa capacidad de pensar y actuar en varios frentes al mismo tiempo lo que ofrece una amplia ventaja competitiva a las mujeres frente a los hombres en la toma de decisiones y la gestión de crisis;
  • Liderazgo no jerárquico: son inclusivas, comparten el poder y la información con las personas a su cargo y suelen crear y fortalecer identidades de grupo;
  • Empatía: son capaces de tener en cuenta el lado más humano de la persona y son altamente empáticas;
  • Mayor predisposición al cambio: son innovadoras, tienen un marcado compromiso con la calidad, se centran en la persona y son flexibles, comunicativas y persuasivas.

Mujer en Tridiom

En Tridiom, de las 20 personas que componemos la plantilla, 15 son mujeres. Y todas ellas ocupan puestos de dirección, gestión de proyectos o traducción, claves para el buen funcionamiento de la agencia. Por eso, aquellos que tenemos la suerte de trabajar en una empresa con un 75 % de mujeres en la plantilla, vemos a diario de primera mano que la empatía y flexibilidad que caracterizan el liderazgo femenino inciden directamente en la creación de un entorno laboral sano, abierto y respetuoso.

En Tridiom, y gracias a todas las mujeres que lo componen, la persona es el centro de todo, es posible mostrarse y equivocarse sin temor a represalias, y se fomenta el trabajo en equipo y el bienestar de los trabajadores, tratando en todo momento de lograr los objetivos fijados como grupo y huyendo de personalismos y dinámicas de competitividad dañinas.

Por eso, y por tantas otras cosas buenas, a todas mis jefas, compañeras y amigas, y a todas las mujeres, ¡gracias por todo y feliz 8M!