Ser autónomo es una aventura emocionante y atrevida; ofrece a un emprendedor la oportunidad de trabajar con un horario flexible, crear su propio negocio y vivir el estilo de vida con el que siempre ha soñado. Pero cuando se trata de ser traductora autónoma y madre al mismo tiempo, surgen algunos retos. No es fácil compaginar las tareas de trabajar y cuidar de una familia, y mucho menos la traducción autónoma y la maternidad.

Sin embargo, no es imposible. Muchas traductoras autónomas han logrado el éxito tanto en la traducción como en la maternidad, y viven una vida plena gracias a ello. Han aprendido a equilibrar y priorizar su tiempo, lo que les permite trabajar y criar a sus hijos, ambas cosas al mismo tiempo.
La clave para ser una traductora autónoma y madre de éxito es aprender a equilibrar los proyectos profesionales y personales, fomentar un ecosistema de apoyo para ambos compromisos y adaptarse a las necesidades de ambos.
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Traductora autónoma
Identificar tus prioridades profesionales y personales
Antes de empezar a equilibrar tus responsabilidades como traductora autónoma y como madre, tienes que comprender cuáles son tus prioridades en cada una de ellas. Como autónoma, tus prioridades profesionales incluirán comercializar tu negocio, perfeccionar tu oficio, gestionar los plazos y conseguir nuevos clientes, todo ello para asegurarte de que sigues consiguiendo nuevos negocios y ganándote la vida.
Por otra parte, como madre, es probable que tus prioridades incluyan mantener el hogar en orden, enseñar a tus hijos, salvaguardar su salud física y mental y ayudarles a convertirse en adultos felices y reflexivos.
Es importante que identifiques las prioridades personales y profesionales en ambos papeles, para que puedas desarrollar expectativas realistas sobre el trabajo que puedes hacer en cada esfera, y asegurarte de que estás adecuadamente preparada para ambas.
Organizar tu tiempo de forma realista
Independientemente de lo alta o baja que sea tu carga de trabajo en traducción, es esencial que organices tu tiempo de forma eficaz y realista. Empieza por elaborar un horario semanal que incluya tiempo para la familia, tiempo para traducir como autónomo y cualquier tiempo personal que quieras incluir, como hacer ejercicio o meditar. Recuerda que no tienes por qué ordenar tu horario como si fuera a ser siempre el mismo; a medida que tu carga de trabajo fluye y refluye, puedes retrasar o adelantar ciertas tareas y darte margen de maniobra.
Una vez que tengas preparado tu horario semanal, empieza a redactar un horario diario que sea igualmente realista. Incluye en él planes para el día, como cuándo te levantarás, cuándo comerás o harás ejercicio, cuándo empezarás y terminarás tu trabajo de traducción freelance y cuándo prestarás atención a tus hijos. Para asegurarte de que te ciñes a tu plan, utiliza una herramienta digital de productividad o de seguimiento del tiempo para mantenerte honesta y recordarte qué tareas tienes que hacer cada día.
Establecer límites claros
Como autónoma y madre, puede ser bastante fácil perderse en los dos papeles y difuminar sus límites. Cuanto más lo hagas, menos control tendrás sobre ninguna de ellas y más probabilidades tendrás de sufrir agotamiento y llevar una vida insatisfactoria.
Al establecer límites, piensa primero en tus valores profesionales y personales. ¿Qué es lo que más te importa en ambas esferas de tu vida? ¿Qué debe permanecer siempre sagrado para ti? Por ejemplo, si tus valores profesionales y personales incluyen dedicar tiempo de calidad a tus hijos todos los días y cumplir los plazos de entrega de tus proyectos de traducción freelance, establece normas claras sobre cuándo pondrás un cartel de “no molestar” en la puerta de tu oficina y cuándo te entregarás por completo a tu trabajo de traducción.
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Crear un ecosistema de apoyo
Para garantizar el equilibrio entre tus compromisos como traductora autónoma y tu maternidad, es importante crear un ecosistema de apoyo que te ayude a gestionar ambas tareas. En este ecosistema, los invitados pueden ser profesionales del cuidado de niños y colegas, o un asistente virtual que pueda ayudarte con determinadas tareas de tu negocio autónomo, como el marketing o la contabilidad.
Este ecosistema de apoyo también debe extenderse a familiares y amigos solidarios que comprendan tu situación y estén a tu lado cuando los tiempos se pongan difíciles. Todo este apoyo puede ser inestimable para ayudarte a mantenerte fiel a tus valores profesionales y personales mientras sigues progresando tanto en tu traducción autónoma como en tu maternidad.
Sé flexible y adaptable
Cuando compaginas dos papeles, es importante recordar que no hay dos días iguales. A veces, puedes estar inundado de solicitudes de traducción y necesitar ayuda adicional para gestionarlas sin riesgos, mientras que otras veces puedes tener muy poco que hacer y disponer de tiempo suficiente para arreglártelas tú solo. En esos momentos, es importante ser flexible y adaptarse a las necesidades tanto de tu empresa de traducción autónoma como de tu familia.
Por ejemplo, si te encuentras con que tienes muchas solicitudes de traducción, podrías plantearte dedicar ciertos días de la semana o ciertas horas del día a la traducción autónoma. De este modo, seguirás siendo capaz de gestionar ambos compromisos, pero con un enfoque más flexible.
Aprende a decir “No”
También es esencial aprender a decir “No” a veces, sobre todo cuando se trata de traducción autónoma y maternidad. Cuando se te presente una nueva solicitud de traducción, piensa si sería realista y posible aceptarla sin comprometer la calidad de tu trabajo ni la de tu vida familiar. Si la respuesta es “no”, simplemente rechaza la solicitud y sigue adelante. Además, tener que rechazar clientes no es lo peor del mundo: es un buen ejercicio y una lección importante para comprender tus límites y capacidades.
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Haz lo que puedas y disfruta del momento
Por último, una parte clave del éxito como autónoma y madre es comprender que no tienes que hacerlo todo a la vez ni ser perfecta en todo desde el principio. Haz lo que puedas, cuando puedas, y céntrate en el momento presente. Si estás con tu familia, dalo todo; si estás trabajando en un proyecto de traducción, dalo también todo. Disfruta del momento y sabe que, si sigues esforzándote, tendrás éxito en ambos papeles.
Pensamientos finales
Equilibrar la traducción autónoma y la maternidad puede parecer intimidante y abrumador, pero no tiene por qué serlo. Si reconoces tus prioridades, organizas tu tiempo para que refleje la realidad de tu situación, estableces límites claros, creas un ecosistema de apoyo y aprendes a decir “no”, podrás gestionar ambas cosas con éxito sin sentirte abrumada. Recuerda, nada es imposible y, si te centras en el presente y tienes la determinación y la motivación para triunfar, encontrarás la forma de que funcione.

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En Tridiom apostamos desde hace muchos años por la conciliación laboral y contamos en nuestra plantilla interna y externa con madres traductoras autónomas que aportan ese plus que para nosotras es toda una ventaja.