La llegada de los NFT abre un mundo de posibilidades en el mundo artístico, tanto para creadores como para coleccionistas

Fue en 2017 cuando comenzamos a escuchar con más frecuencia términos como blockchain, criptomoneda o bitcoin. La popularización de la tecnología de cadena de bloques, que permite llevar un registro seguro, descentralizado, sincronizado y repartido de las operaciones digitales sin necesidad de la mediación de terceros, hizo posible una auténtica revolución: las finanzas descentralizadas y las criptodivisas.

No obstante, esta tecnología también ha hecho posible la aparición de otros activos digitales: los NFT. Estas siglas hacen referencia al término inglés Non-Fungible Token, token no fungible, en castellano; es decir, que no se pueden duplicar ni sustituir. Se trata de una especie de certificados de autenticidad en los que constan el autor, valor inicial e historial de ventas de cualquier activo digital, desde un tuit hasta cualquier forma de expresión artística.

NFT
NFT

Recientemente, artistas, creadores de contenido, influencers, streamers o incluso jugadores de fútbol han lanzado sus propios NFT como una nueva vía para generar ingresos, aprovechando una fiebre por el arte digital que en 2021 movió más de 3.000 millones de euros y se encuentra en pleno auge.

Este fenómeno llega en un momento en el que el mercado del arte vive un relevo generacional: hoy en día los coleccionistas son más jóvenes, nuevos millonarios fundadores de las plataformas tecnológicas de Asia. De ahí que se hayan llegado a pagar auténticas fortunas por un artículo de un periodista de The New York Times (560.000 dólares), el primer tuit de Jack Dorsey, cofundador de Twitter, (2,9 millones de dólares) o un retrato digital realizado por la robot humanoide Sophia (580.000 euros). Aunque también se han subastado NFT que representaban la titularidad de porciones de cuadros de artistas consagrados como Van Gogh, Kandinsky, Da Vinci o Monet.

NFT
NFT

En definitiva, los NFT democratizan un mercado otrora accesible solo a unos pocos, ya que hacen posible que cualquier creador pueda vender fácilmente su arte a través de internet, y que cualquier persona pueda coleccionar arte sin necesidad de contar con un gran capital que poder destinar a ello. Además, lo agilizan y lo hacen más global, al eliminar la necesidad de enviar físicamente las obras al domicilio del comprador o al museo que las haya adquirido.

A través de las criptodivisas y el criptoarte, la tecnología de cadena de bloques ha cambiado para siempre el paradigma de las finanzas y la inversión. Con su llegada, surgen nuevas necesidades de traducción para dar a conocer a instituciones, empresas, inversores particulares y el público en general las oportunidades y riesgos que trae de la mano este mundo totalmente nuevo. Una vez más, los expertos en traducción y localización daremos respuesta a la exigencia de construir puentes comunicativos que permitan la difusión de esta revolución tecnológica para que pueda alcanzar todo su potencial.

NFT
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Estas necesidades de traducción solo podrán cubrirlas traductores especializados en los ámbitos de la traducción técnica y la traducción financiera, habida cuenta de la complejidad que subyace a la tecnología de los NFT. Si queremos que un potencial inversor en estos activos digitales conozca realmente las oportunidades que ofrecen y sus riesgos, tendremos que contar con lingüistas que conozcan bien este nuevo ámbito.

Por lo tanto, toda aquella institución que quiera lanzarse a la comercialización o negociación de NFT a nivel internacional deberá buscar un socio fiable y con dilatada experiencia en traducción técnica y financiera, que cuente con profesionales capaces de ofrecer siempre el mejor servicio y adaptarse a las necesidades y circunstancias de las distintas fases de un proyecto de esta envergadura.